|
«Inicio
Opinión de Felipe Villa de la Torre publicada en Tribuna latina: "Imbecilidades patrióticas"
"Hace un par de días encontré que un periódico catalán, henchido de orgullo, calificaba a Ferrán Adrià como "el mejor cocinero del mundo". Hace un par de días encontré que un periódico catalán, henchido de orgullo, calificaba a Ferrán Adrià como "el mejor cocinero del mundo". La frase, leída así a vuelo de pájaro, me acomodó de inmediato en la infancia, en mi país, en mi escuela, donde los profesores entremezclaban las lecciones pertinentes con sentencias patrióticas como "nuestro país tiene las mejores esmeraldas del mundo", o "aquí tenemos la montaña a orillas del mar más alta del mundo" o "el himno de nuestra patria es el segundo más hermoso del mundo". ¿Y cual es el más hermoso, profesor? La Marsellesa, señor Villa, La Marsellesa.
Escuché casi un millar de veces a mi profesor de castellano decir: "en nuestro país se habla el mejor español del mundo y cualquier hispano parlante nos comprendería a la perfección". Yo me quedaba boquiabierto tragándome aquello con una humildad de perro tierno, y así salía a la calle, a escuchar a mi vecino gritándole al conductor de un vehículo destartalado: "Nojoda, échale guineo a esa carcacha viejo man". Entonces me entraban serias dudas, me preguntaba si el limitado lenguaje de un madrileño sería capaz de arribar a la cumbre lingüística del castellano de mi ciudad.
Lo mismo sucede con algunos amigos de la Argentina, que al salir de sus fronteras advierten de que, probablemente, Dios, el dulce de leche y la calle más ancha no son argentinos, y que nadie, o casi nadie, sabe que en su país inventaron el bolígrafo (aunque haya sido un inmigrante húngaro, es igual, fue en la Argentina) y el bus colectivo.
Alguien que no haya visitado España difícilmente sabrá que aquí inventaron la fregona y el chupa chups, y que las naranjas valencianas son las mejores del mundo. Pero cualquier español medio lo tiene estampado en su memoria patria.
Cuando sales de tu país te das cuenta que nadie más en el mundo, salvo tú y algún paisano despistado, sabe que en el subsuelo de tu país se esconden las mejores esmeraldas, que tu himno le pisa los talones a La Marsellesa y mucho menos que la montaña a orillas del bla, bla, bla del mundo se eleva a la vuelta de la que fuera tu casa, tu casa, donde ahora habita alguien que sí sabe lo de las esmeraldas, la montaña y La Marsellesa, pero que no tiene la más mínima idea, y seguramente le importa un pepino, que Ferrán Adrià es el mejor cocinero del mundo.
A manera de 'jodencia', le dejo a mis amigos patrióticos dos joyitas del filósofo alemán Shopenhauer: "Patriotismo es tu convencimiento de que este país es superior a todos los demás porque tú naciste en él."
"Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad."
www.tribunalatina.com
«Inicio |
         
|