Ecuador presenta una ruta del cacao muy turística y gourmet
El fruto ecuatoriano tiene el sello de máxima expresión gastronómica. Es diferente. Es delicatessen



Ecuador es historia y cultura. Pasado, presente y futuro de América. Es un país de fuertes raíces indígenas. De comunidades de gente que viven conservando inalterablemente las milenarias tradiciones en su hábitat selvático. Es una tierra que conjuga montaña, mar, selva y tierra. Es, por encima de todo, naturaleza por los cuatro puntos cardinales.
El cacao es, posiblemente, el fruto más gourmet que presenta Ecuador. Este fruto, extraído de los productivos árboles que reinan en la peculiar climatología húmeda y calurosa de la zona, tiene encandilados a miles de chocolateros de medio mundo. El cacao ecuatoriano tiene el sello de máxima expresión gastronómica. Es diferente. Es delicatessen.
LA RUTA DEL CACAO
Verónica Baquerizo, directora de Turismo de la Prefectura del Guayas nos acoge a un grupo de periodistas venidos a Fite (Feria Internacional de Turismo en Guayaquil) de diferentes países de América y Europa en la Hacienda de Jambeli, situada a 16 kilómetros del Cantón Naranjal, en la vía a Machala, en Balao Chico, y nos presenta la Ruta del Cacao de Ecuador, un icono turístico en el que la Administración Pública está depositando grandes esperanzas de futuro.
Verónica asevera al respecto: “Ecuador es uno de los tres países más importantes del mundo en la exportación del cacao. En Europa existen muchas chocolaterías que utilizan el cacao ecuatoriano en sus obradores”. No obstante, la responsable del turismo de Guayas dice no con un cierto y justificado orgullo, “estamos ya produciendo nuestro propio chocolate”.
La Ruta del cacao combina la producción de este fruto y del plátano, y el visitar a una comunidad indígena del lugar. En Jambeli, además del cacao, “trabajamos en el rescate de animales silvestres en peligro de extinción y otros que han sido recuperados de lugares que les ejercian malos tratos físicos”, señala Baquerizo. Una muestra que ilustra el tema es una especie de oso que fue extraído de un circo en pésimas condiciones de vida, al cuál le habían arrancado las uñas.
En Jambeli se combina el centro de rescate de animales, un espacio de crianza de cocodrilos, las plantaciones cacaoteras, y las 1200 hectáreas de manglar que cercan la camaronera. En este punto se explica a los turistas todo el proceso de extracción que se inicia cuando la mazorca pasa por una explosión de colores; el rojo brillante, el verde, el púrpura y el amarillo.

Jambeli es un excelente lugar para quienes gustan del turismo rural. Se puede cabalgar, pasear en bote y conocer las diferentes especies del zoológico, como osos de anteojos, tapires, tigrillos, papagayos militares, guacamayos de Guayaquil, guatusas, perros de monte, monos araña, micos, loros aliamarillos, loros reales, cocodrilos americanos y caimanes anteojos.
La experiencia de la Ruta del cacao se complementa con una visita (cruzando la vía Panamericana, a tan solo 15 kilómetros) del Centro Shuar Aguas Termales Balao Chico. Aquí el turista tiene la oportunidad de conocer una muestra de las costumbres de esta etnia indígena y disfrutar, si le apetece, de las piscinas de aguas termales con sus dos espejos de agua a 40º de temperatura que reciben al visitante, o caminar dentro del bosque de la comunidad.
La ruta ofrece una gran variedad de gastronomía típica basada en los alimentos de la zona. Entro otros, el jugo de cacao, la cuajada con patacones, los jugos de frutas exóticas y los platos basados en el cangrejo.
NOTAS HISTÓRICAS DEL CACAO
Los primeros árboles que se conocen del cacao crecían de forma natural a la sombra de las selvas tropicales de las cuencas del Amazonas y del Orinoco, de ello hace 4000 años. Los primeros cultivadores en Centroamérica fueron los habitantes del sitio de Puerto Escondido, en Honduras, alrededor de 1100 años a.C. Unos siglos más tarde se extendió a Belice y a Ecuador, entre otros varios países más.
Los mayas se inventaron un brebaje amargo, el chocolha, hecho de las semillas del cacao que consumían exclusivamente los reyes y los nobles, usado para dar solemnidad a determinados rituales sagrados. Los mayas, en sus libros, describen diversas formas de elaborar y perfumar la bebida.
El chocolate se usaba con fines terapéuticos. Los médicos mayas prescribían el consumo del cacao tanto como estimulante como por sus efectos calmantes. Los guerreros lo tomaban como una bebida reconstituyente. La manteca de cacao era usada como ungüento para curar heridas. Era también empleado como moneda de pago.


El conquistador español Hernán Cortés escribió a su rey Carlos I sobre el cacao: “es un fruto como de almendras que venden molida y tiénenla en tanto que se trata por moneda en toda la tierra y con ella se compran todas las cosas necesarias”.
El cacao atendía una función esencial en los ritos religiosos. Los mayas creían que la bebida que se conseguía tostando y machacando los frutos les alimentaría después de la muerte. Durante diferentes fases del cultivo de éste se celebraban rituales religiosos. Se llevaba a cabo una fiesta de la siembra en honor de los dioses donde sacrificaban a un perro al que habían pintado una mancha de color cacao sobre la piel.
Otra ceremonia consistía en colocar las semillas en unos pequeños cuencos antes de efectuar unos rituales secretos en presencia de un ídolo. Luego se extraía sangre de diferentes partes del cuerpo de una víctima humana para ungir al ídolo. Otra práctica era regar la tierra que tenía que ser sembrada con la sangre del sacrificio de unas aves.
Los aztecas sabían que una taza de xocolatl eliminaba el cansancio y estimulaba las capacidades psiquicas y mentales. Para estos, el xocolatl era una fuente de sabiduría espiritual, energía corporal y potencia sexual. Era muy apreciado como producto afrodisíaco y era una de las bebidas favoritas en las ceremonias nupciales. Se denominaba oro líquido, pues los granos de cacao se usaban como moneda. Con 4 granos se podía comprar un conejo; con 10, la compañía de una dama; y con 100, un esclavo. Los aztecas acostumbraban a adornarse la cara con chocolate en sus ceremonias religiosas.
VISITAS HACIENDA JAMBELI
Solo con reservaciones
Reservaciones de Lunes a Viernes
Horarios: 09h00 a 17h00 (horas de oficina)
Teléfono: 593 4 220 1652 Fax: 593 4 220 0061
E-mail: info@haciendajambeli.com
www.fundacionjambeli.org
Dirección: Hacienda Jambeli
Km. 105 vía Guayaquil – Machala
A 16 kilómetros pasando Naranjal
En Balao Chico
Guayaquil
(Ecuador)
Texto y Fotos:
Enric Ribera Gabandé
E.mail: riberaenric@telefonica.net
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